La diva del pop Adele sorprendió en los Grammy el domingo al pedir empezar de nuevo su tributo al fallecido George Michael, en la segunda vez que la cantante tiene problemas técnicos durante esta gran ceremonia anual. Después del micrófono que se cayó sobre su piano el año pasado y su voz desafinada, esta vez la cantante tuvo que volver a arrancar su canción en homenaje al mítico Michael.
La británica eligió cantar el tema "Fastlove" y, de repente, interrumpió su actuación para maldecir en público durante la retransmisión en vivo, tras lo cual pidió empezar de nuevo.
"Sé que es televisión en vivo. Lo siento, pero no puedo repetir lo del año pasado", dijo agarrándose la cara.
Tras una breve vacilación, su orquesta se detuvo y empezó de nuevo. El problema no estuvo claro enseguida.
Adele tenía lágrimas en los ojos al final de su performance pero tuvo un claro apoyo de la audiencia, con músicos de primera presentes que se levantaron y la aplaudieron de pie.
Las redes sociales también reflejaron la incondicionalidad de los fans hacia Adele. La presentadora Ellen DeGeneres aplaudió a Adele por "haber comenzado de nuevo y haberlo hecho bien. Es muy muy lindo".
La organización de los Grammys, por su parte, tuiteó: "Adele, puedes empezar de nuevo cuantas veces quieras. Siempre".
La Academia de la Grabación que entrega estos prestigiosos premios se arriesga, sin embargo, a quedar en el banquillo. El año pasado admitió que el problema del micrófono era culpa suya. Esta vez, además del problema con Adele, la presentación de la legendaria banda Metallica con Lady Gaga también tuvo problemas, con un micrófono que no funcionó al principio del show.
Demasiados errores para la noche musical del año.
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