hipotecada por orden judicial la sede central de Seguros Sura en
República Dominicana, situada en Avenida John F. Kennedy No. 1 de
Santo Domingo. Así consta en la última sentencia de la Cámara Civil y
Comercial de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de
Santiago, fechada en 15 de abril de 2014, y certificada recientemente
por dicho tribunal en fecha 15 de abril de 2015, que declara nulo el
recurso de Sura contra la sentencia de la Presidencia de la Cámara
Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia que rechazó las
pretensiones de Sura tendentes a que se revocara el auto que autorizó
la medida, quedando reafirmada la hipoteca de la sede principal de
Sura en República Dominicana a favor de Bellón.
De esta forma, se pone de manifiesto la inseguridad que tiene Bellón
ante la fragilidad financiera de Seguros Sura y ante la importancia
que el proceso judicial abierto por Bellón contra Sura representa para
la historia del seguro en República Dominicana. Tras el incendio que
afectó a la totalidad de sus instalaciones en Santiago en 2010, Bellón
resultó económicamente afectada por 987 millones de pesos por el
siniestro, según consta en la demanda presentada ante los tribunales.
Desde entonces, Sura se negó reiteradamente a abonar la totalidad de
esta cantidad, incluso rehuyó el arbitraje propuesto por Bellón,
situación que obligó a Bellón a acudir a la Justicia.
Sin contar con la ayuda económica que debería haber tenido por
contrato de Sura, Bellón tuvo que acudir a préstamos bancarios para
levantar su negocio, de los que ha pagado en intereses financieros más
de 100 millones de pesos. A pesar de todo ello, la empresa dirigida
por Manuel González y Abelardo Iglesias con sacrificio, trabajo y el
respaldo de la sociedad dominicana, ha conseguido levantar de nuevo su
negocio, dar trabajo a 620 empleados y ser nuevamente el referente de
su sector en el país.
Bellón, como empresa dominicana con 65 años de historia, quiere
exponer a la opinión pública y, en especial a la Superintendencia de
Seguros, el desamparo que puede provocar para la sociedad y sus
ciudadanos, que una empresa multinacional pueda eludir sus
responsabilidades.
Bellón se reafirma en su compromiso y fe en la Justicia dominicana, y
esperará pacientemente la decisión final, que desea sea modelo y
referente ante futuros desamparos que las empresas dominicanas puedan
sufrir de algunas multinacionales.
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