Acostumbrado a presentar grandes producciones en sus conciertos, el cantante puertorriqueño Ricky Martin, ha ofrecido esta noche en el Festival Starlite un recital más íntimo y cercano al público, pues los que han adquirido los de las primeras filas han tenido la oportunidad de tenerlo a tan cuatro metros de distancia.
Ha salido al escenario de blanco inmaculado con un de chaqueta y como único en negro, sus guantes. Ha comenzado con dos canciones muy rítmicas y ha pasado a una balada para poder dirigirse al público.
Tras dar las gracias a sus fieles seguidores, el cantante ha anunciado que se iba a dejar "el alma" en el escenario y que iba a tratar de que todos se lo "pasen genial".
"Lo que va a pasar es que nos vamos a olvidar de todos los problemas existenciales que tenemos y lo vamos a pasar muy bien", ha advertido a los asistentes.
Para "Livin' la vida local" el artista ha cambiado el vestuario blanco por tonos grises y negros. Ha jugado con cambios de vestuario constantes: chaquetas, chalecos, gorras, gafas de sol, botas rojas.
La Cantera de Nagüeles, que ha acogido el único concierto del artista puertorriqueño en nuestro país, no ha presentado un lleno completo. No es de extrañar cuando la entrada más barata costaba 138 euros.
Desde la organización argumentan que los precios responden al "enorme esfuerzo" que han tenido que hacer para ofrecer un espectáculo tan "exclusivo".
Hasta el momento de tránsito entre las baladas y la fiesta de sus canciones "Más" y "La vida" ha sido intenso. En la pantalla central y en las dos laterales se ha proyectado un vídeo del cantante en el que aparecía completamente desnudo, a modo de Adonis, luciendo todos sus tatuajes. Primero movimientos lentos de yoga para pasar a una lluvia de pintura de color que ha cubierto al artista.
Martin ha conseguido poner a todo el público en pie con su movida "Por arriba" y ha aprovechado su entrega para decir que "el movimiento es energía y vamos a servir de antena para enviar esa energía a aquellos lugares que están en conflicto".
Entre el público asistente un compatriota de Martin, el actor puertorriqueño Amaury Nolasco, protagonista de la serie "Prison Break" y "Transformers", que no ha querido perderse la actuación de su "hermano" ya que estaba en Marbella.
El actor está disfrutando de la ciudad costasoleña, donde acudió para colaborar en la gala Global Gift que preside la también actriz Eva Longoria, y aquí sigue todavía. "He llamado a mi manager en Hollywood y como me ha dicho que no había nada urgente me he quedado aquí", comenta encantado.
También han acudido al concierto Paulina y Victoria Swarovsky, hermanas del empresario de cristales de lujo que también son destacadas personalidades en Alemania, la primera como modelo y la segunda como cantante.
Tras dos horas de concierto y un bis, Ricky Martin se ha despedido del público entre una lluvia de confeti, por supuesto blanco. EFE