Bélgica, llegada a Brasil como una de las posibles sorpresas del torneo, se clasificó a octavos con tres victorias pero sin mostrar el juego esperado, mientras que los estadounidenses quieren seguir soñando, tras atravesar lo que ellos llamaban “el grupo de la muerte”.
“Ellos son fuertes físicamente. Nos estamos preparando para ir a la guerra”, adelantó el entrenador belga, Marc Wilmots, que deberá tener en cuenta que su equipo ha hecho sus goles al final de los partidos, por lo que un mal arranque puede ser fatal.