El Ejército israelí mató ayer a seis niños de corta edad en dos bombardeos contra una calle de la localidad meridional de Jan Yunis y una playa de Gaza próxima a un hotel donde se hospeda gran parte de la prensa internacional.
Las imágenes más crudas quedaron impresas en la citada playa, donde los niños se divertían al atardecer cuando oyeron un primer disparo y echaron a correr.
Un segundo proyectil, al parecer procedente de uno de los barcos que desde hace años asedian la franja, impactó sobre ellos cuando trataban de huir, explicaron los testigos.
Sobre el lugar, un amplio espacio de costa junto a uno de los puertos de pescadores de bajura de Gaza, quedaron desperdigados cuatro pequeños cuerpos casi desmembrados recubiertos de sangre y arena.
"Estábamos aquí en la playa, pasando la tarde, como hacemos otras veces. Los chicos estaban corriendo y jugando en la orilla cuando el misil cayó", explicó a Efe Hatem, uno de los hombres que a aquella hora estaba en uno de los chiringuitos al borde del mar.
"¿Qué objetivo estratégico hay aquí? Los israelíes dicen que atacan a Hamás. ¿Dónde está Hamás aquí? Solo han matado civiles, nada más que civiles?", se quejaba.
A escasos metros Radwan, uno de los vecinos del barrio costero, apenas podía hablar.
Había ayudado a las asistencias a tratar a los otros 12 niños heridos, y con el rostro enrojecido solo era capaz de soltar improperios entre preguntas retóricas.
¿Dónde está la comunidad internacional? ¿Dónde están los derechos humanos?", se preguntaba entre insultos.
Consultada por Efe, una portavoz militar israelí evitó pronunciarse sobre el ataque.
El Canal 1 de la televisión israelí informó, por su parte, de que el Ejército ha abierto una investigación sobre el suceso para corroborar las denuncias palestinas.
Según este medio, un miembro del Estado Mayor con rango de general supervisa toda la operación con la única misión de investigar este tipo de casos.
Aún así, con estas nuevas muertes son ya 45 los niños y menores palestinos que han perdido la vida en acciones del Ejército israelí desde que el pasado 8 de junio lanzó su tercera ofensiva contra Gaza (conocida como operación "Margen protector") desde que en 2007 el movimiento islamista Hamas se hizo con el control de la franja.
En esta última ofensiva bélica israelí han muerto ya más de 220 palestinos, un 75 por ciento de ellos civiles, y más de 1.500 han resultado heridos.
Según datos del ministerio de Sanidad de Gaza, entre las víctimas mortales también hay 26 mujeres y una decena de hombres de avanzada edad.
Pocas horas después del ataque en la playa, al menos dos niños más y otras dos mujeres, una de ellas anciana, perdieron la vida junto a un hombre cuando paseaban por una calle de la localidad de Jan Yunis, al sur de la franja.
Según los testigos, los cinco caminaban por la calle poco antes de la ruptura del Ramadán cuando un misil israelí impactó en uno de las edificios cercanos.
Israel asegura que ataca las viviendas de supuestos miembros de Hamás y la Yihad Islámica y los considera objetivos legítimos, en contra de la opinión internacional, porque aunque son civiles argumenta que actúan como centro de mando.
Según datos de la ONU y de las autoridades de Gaza, en los más de 1.800 ataques que la aviación y la artillería han perpetrado sobre la franja desde el inicio de la ofensiva han sido destruidos cerca de 200 viviendas y edificios, dejando sin techo a casi un millar de familias.
Varios miles más han tenido que abandonar sus casas y buscar refugio en escuelas, principalmente de la ONU, azuzadas por el miedo y por los avisos del Ejército israelí.
Según Antonio Menéndez de Zubillaga, coordinador de Protección de Derechos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Gaza, unas 20.000 personas registradas han buscado cobijo en escuelas de este organismo.
Un número indeterminado más, que cifró en miles, llega al caer la tarde y permanece hasta el amanecer para tratar de protegerse de los bombardeos nocturnos.
"Aquí en Gaza no hay ningún sitio seguro. Aquí la población no tiene refugios" antiaéreos, agregó Menéndez, quien advirtió de que la situación humanitaria comienza a ser "insostenible" y recordó que ni siquiera instalaciones de la ONU como estas son totalmente fiables.
"Más de 50 escuelas" han recibido impactos. "Algunas han quedado destruidas y otras han sufrido daños colaterales. Aunque no tenemos constancia de que hayan disparado directamente contra nosotros", detalló.
Israel argumenta que avisa a los vecinos antes de atacar y que incluso ha abortado decenas de misiones al percatarse de que había civiles.
Pero muchos edificios están vacíos, sus dueños, líderes de las milicias o simples milicianos, suelen estar escondidos, y cuando se camina por la calle, o se va en coche, ninguna sirena o señal alerta.