La artista reconoce que la maternidad es sin duda el desafío más importante de su vida, aunque asegura que no podría disfrutar más de la experiencia
La oscarizada Penélope Cruz ha retomado con la misma intensidad de antaño su en el cine español que le abrió las de la fama internacional, pero lo cierto es que si ha decidido recalar de nuevo en su país natal para seguir cultivando su prolífica carrera cinematográfica, en parte se debe a su deseo de dar estabilidad a la idílica convivencia familiar que mantiene con su marido Javier Bardem y los dos hijos del matrimonio, Leo y Luna, ya que no hay reto que le tenga más obsesionada que asegurar el bienestar de sus seres más queridos.
"Mi familia es lo único que a día de hoy puede quitarme el sueño, no hay nada más complicado y a la vez más enriquecedor que tener niños a tu cargo y un marido con el que compartir tu vida. Normalmente diría que necesito siete horas de sueño para tener la energía suficiente que requieren todas mis obligaciones, pero la verdad es que llevo un tiempo sobreviviendo solo con cuatro. Tener hijos es como tirarte de un precipicio, te cambia la vida para siempre pero también te enseña a volar. La maternidad es la experiencia más divertida del mundo", reveló en una entrevista al diario Daily Mail.
Aunque reconoce que ha sabido compaginar sus compromisos laborales en la industria cinematográfica con las numerosas responsabilidades que se desprenden de su faceta de madre, la estrella de cine deja entrever que le gustaría disfrutar de mayores cotas de "libertad" en su vida diaria, al citar a actrices francesas como Marion Cotillard, Catherine Deneuve o Juliette Binoche como sus "fuentes de inspiración" debido a su carácter indomable y al espíritu independiente que siempre han proyectado en la gran pantalla.
"Siempre he sido una gran admiradora del cine francés, de la vida cultural de ese país y de las muchas actrices fabulosas que han surgido de sus escuelas. Podría decir que gente como Catherine, Juliette o Marion han sido siempre grandes referentes para mí, me han servido como fuente de inspiración porque son mujeres fuertes, aguerridas, y sobre todo libres. Me encanta ver cómo han sido capaces de romper moldes para vivir con autonomía, además de irradiar esa sofisticación tan característica que tienen", explicó para justificar su papel de embajadora de Lancome, firma que contó en el pasado con las tres actrices mencionadas en el mismo papel que Penélope.
Pese a que ha tenido la oportunidad de volver a conectar con sus orígenes durante su estancia profesional y personal en la ciudad de Madrid, Penélope está deseando volver a hacer las maletas para disfrutar de unas largas y reparadoras vacaciones junto a toda su familia en la Costa Azul, una parte del mundo en la que no le importaría instalarse una buena temporada para escapar del estrés.
"Estoy enamorada de esta zona del Mediterráneo, entre otras razones porque el mar te proporciona una calma y un bienestar que jamás tendrás en la gran ciudad. Tengo la impresión de que el sur de Francia tiene una luz especial, que es capaz de cambiarte el ánimo y devolverte la sonrisa. Creo que es uno de los mejores sitios del mundo para vivir y, sobre todo, para disfrutar de la vida", reflexionó