Para venerar a Nuestra Señora de la Virgen Las Mercedes este miércoles 24, millares de feligreses procedentes de todos los rincones de la geografía dominicanas, se encuentran en ruta al Santuario Santo Cerro, localizado sobre la meseta del mismo nombre en la ciudad de La Vega de la subregión Cibao Central del país.
El 24 de septiembre, junto al 21 de enero que, se celebra el Día de La Virgen de La Altagracia, constituyen las dos fechas religiosas quizás de mayor respeto en el calendario dominicano del catolicismo.
Aún, por encima de la chabacanería de la Semana Santa, Corpus Christi y el Día de Noche Buena, en la primera y en último, prevalecen a raudales la bebentina, el escándalo y desenfreno a granel.
HISTORIA
El culto a esta Virgen se remonta a la época de la colonización, allá por el año 1500, cuando la imagen de la Santa fue traída a estas tierras por los religiosos mercedarios que acompañaron a Colón en su segundo viaje a tierras del llamado Nuevo Mundo.
Relatores coloniales atribuyó a la Virgen de Las Mercedes su milagrosa intervención en una batalla que se libró entre españoles e indígenas, en una porción de terreno conocida como Santo Cerro, La Vega.
De acuerdo a la leyenda, la noche previa a esta batalla la Virgen se apareció en el campamento de los españoles, a quienes aseguró el triunfo en la guerra.
Desde entonces y de acuerdo a la tradición, en agradecimiento, los españoles comenzaron a rendir culto a la Virgen de Las Mercedes en el lugar donde estaba el campamento español: el Santo Cerro, de la provincia La Vega, donde se levantó el Primer Centro de devoción Mariana del continente Americano.
Estudiosos de los acontecimientos dominicanos exponen que, la preponderancia a la advocación de Las Mercedes y la fe que le profesaba el pueblo, se reconfirmó con la fundación del Estado Dominicano en 1844, cuando la Virgen fue declarada Patrona Nacional. Desde entonces miles de personas, capillas, calles, parroquias e instituciones públicas y privadas de nuestro país llevan su nombre.
VÍRGENES MERCEDES Y ALTAGRACIA
Escritores religiosos apuntan que, aunque muchas veces no se tiene con claridad, cuál virgen es qué de los dominicanos. Ellos arrojan luz, para afirmar que, la Mercedes, es Patrona de los dominicanos y, La Altagracia, Protectora.
MESETA DEL SANTO CERRO
Cada 24 de septiembre, millares de creyentes católicos participarán en las festividades de la Virgen de Las Mercedes en todos los templos del país. Pero en donde se siente y demuestra gran fervor, es en el Santuario del Santo Cerro, construido en 1884,el cual con el correr destiempo, ha sido reacondicionado hasta mostrar lo que es en estos momentos.
Desde el día anterior, 23, cientos y cientos de personas de todos los estratos sociales y oriundas de casi toda la nación, convierten en mar humano, gran parte de la autopista Duarte en su acceso a la carretera al Santo Cerro. Pero lo mismo ocurre con caminos y comunidades próximas al foco religioso, todos con la firme intención de estar presentes en varias de las misas que se celebran y participar en otros actos de la adoración.
Como se da en todas las actividades sociales sin importar su género, decenas de mercaderes ofrecen los más diversos productos comestibles, artesanales, velones, velas, efigies de la Virgen, libros con mensajes religiosos y amuletos, entre otros.
Una de las tantas notas particulares que se presentan, es la observación de devotos, los cuales se dirigen al Santuario a pie, otros de rodillas, para cumplir una promesa o para que la Virgen le conceda algún milagro, la mayoría de veces por enfermedades.
Como parte de las creencias, en muchas poblaciones dominicanas se hacen nueve noches de velaciones o novenas que, terminan el día 23 y el 24 se trasladan al Santo Cerro para participar de la celebración general, donde tienen la oportunidad de tocar a su patronaluelo de sortear las tantas oleadas humanas que se forman.
OTROS PAÍSES
Además de la República Dominicana, otros países tienen sus celebraciones, como la República Bolivariana de Venezuela, la cual se le tiene como la patrona de los presos y ,en su condición, cada 24 de septiembre hay celebraciones en todos los penales del país, porque, se cree, que ayuda a los que sufren los rigores de las cárceles.
Mientras que en Perú, la devoción a la Virgen de las Mercedes se remonta a los tiempos de la fundación de la ciudad de Lima, su capital.