MADRID.- Al igual que su deprimida economía, la imagen de la familia real española sigue en caída libre.
El
accidente del rey Juan Carlos mientras cazaba elefantes en un caro
safarí en Africa provocó el lunes nuevas e inusuales reacciones entre
algunos medios de comunicación y partidos políticos en torno a la figura
del monarca.
Y el daño en una sociedad golpeada por el desempleo, a la que sus gobernantes piden sacrificios a diario en forma de subidas de impuestos, bajadas de sueldo y recortes será difícil de reparar.
"No sería una mala idea que (el rey) pidiera disculpas", dijo el destacado dirigente del Partido Socialista Pachi López, quien además preside el gobierno regional del País Vasco.
Juan Carlos, de 74 años, se fracturó la cadera derecha en Botsuana, al sur de Africa, donde se encontraba practicando caza mayor sin que todavía se sepa quién pagó el viaje.
El rey fue trasladado en avión de regreso a España y fue intervenido quirúrgicamente el sábado para colocarle una prótesis en el Hospital San José de Madrid, donde según el último parte médico se recupera satisfactoriamente y ya camina ayudado de muletas.
Como si fuera una ironía del destino, la noticia de la operación se conoció un 14 de abril, fecha de infausto recuerdo para la dinastía borbónica. Ese día, los partidos de izquierdas conmemoran cada año la instauración de la II República en España: el 14 de abril de 1931.
La pasión del monarca por la caza no es una novedad, a pesar de que en los últimos tiempos al rey se le ve caminar con dificultad tras ser operado en dos años de un nódulo en el pulmón, la rodilla y el tendón de Aquiles.
El incidente se suma a una lista negra de acontecimientos recientes, que han dilapidado la imagen de la monarquía española, considerada modélica hace unos años.
El yerno del rey -Iñaki Urdangarín- está siendo investigado por aprovechar presuntamente su posición para desviar millones de dólares a paraísos fiscales. Además, el nieto mayor de los monarcas permaneció varios días hospitalizado tras dispararse accidentalmente en el pie derecho hace dos semanas.
Ningún líder político o de opinión importante ha pedido la abdicación del rey en su hijo, el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. Pero por primera vez se han escuchado voces sugiriendo que el monarca debería cuidar las formas, y más en los tiempos que corren.
López admitió que todo el mundo tiene derecho a un "espacio privado". Pero precisó que, "hay ciertas cosas que la ciudadanía no entiende y ésta es una cosa de ésas". Sin ir tan lejos, el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo "comprender" las críticas al viaje del jefe del Estado.
El diario conservador El Mundo publicó el lunes una viñeta en la que se veía a un elefante cayendo al suelo y destrozando la corona del rey en mil pedazos tras un disparo. El domingo escribió un duro editorial titulado "Un viaje irresponsable en el momento más inoportuno".
Por su parte, ni el presidente Mariano Rajoy ni el gobernante Partido Popular comentaron lo sucedido.
El rey, como jefe del Estado, es una figura capital dentro y fuera de España. Célebre por defender los intereses de su país, incluso con vehemencia, como cuando le espetó el ya célebre "¡Por qué no te callas!" al presidente venezolano Hugo Chávez en 2007.
A lo largo de los años, él mismo ha reconocido públicamente que su posición es única y que cada día debe renovar y mantener el respeto de su pueblo.
Juan Carlos accedió al trono de España tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Su papel fue clave en la transición a la democracia, junto a la firmeza demostrada cuando se opuso a la intentona militar golpista del 23 de febrero de 1981.
Según Javier del Rey, profesor de comunicación política en la Universidad Complutense de Madrid, los españoles no son excesivamente pro monárquicos, pero aceptan la institución sin hacerse demasiadas preguntas en parte como signo de gratitud.
No obstante, señaló que ha demostrado una cierta falta de juicio al marcharse a cazar elefantes a Botsuana. Del Rey consideró que a pesar del escándalo Juan Carlos no abdicará, aunque en su opinión sería "lo más elegante".
Además, señaló que para el futuro de la monarquía es muy importante que el heredero Felipe, de 44 años, permanezca al margen de cualquier escándalo.
"(Felipe) sabe que hay ciertos aspectos de un rey que siempre son heredados", afirmó Del Rey. "La monarquía es un plebiscito diario, no un cargo al que se llega por nacimiento sin más".
Mientras en la calle, la indignación con Juan Carlos está en boca de todos.
"No me parece propio", dijo Angélica Díaz, un ama de casa de 70 años. "Sólo por la gente que está pasando hambre, lo que ha hecho es horrible. Tiene que mostrar más humanidad".
Y el daño en una sociedad golpeada por el desempleo, a la que sus gobernantes piden sacrificios a diario en forma de subidas de impuestos, bajadas de sueldo y recortes será difícil de reparar.
"No sería una mala idea que (el rey) pidiera disculpas", dijo el destacado dirigente del Partido Socialista Pachi López, quien además preside el gobierno regional del País Vasco.
Juan Carlos, de 74 años, se fracturó la cadera derecha en Botsuana, al sur de Africa, donde se encontraba practicando caza mayor sin que todavía se sepa quién pagó el viaje.
El rey fue trasladado en avión de regreso a España y fue intervenido quirúrgicamente el sábado para colocarle una prótesis en el Hospital San José de Madrid, donde según el último parte médico se recupera satisfactoriamente y ya camina ayudado de muletas.
Como si fuera una ironía del destino, la noticia de la operación se conoció un 14 de abril, fecha de infausto recuerdo para la dinastía borbónica. Ese día, los partidos de izquierdas conmemoran cada año la instauración de la II República en España: el 14 de abril de 1931.
La pasión del monarca por la caza no es una novedad, a pesar de que en los últimos tiempos al rey se le ve caminar con dificultad tras ser operado en dos años de un nódulo en el pulmón, la rodilla y el tendón de Aquiles.
El incidente se suma a una lista negra de acontecimientos recientes, que han dilapidado la imagen de la monarquía española, considerada modélica hace unos años.
El yerno del rey -Iñaki Urdangarín- está siendo investigado por aprovechar presuntamente su posición para desviar millones de dólares a paraísos fiscales. Además, el nieto mayor de los monarcas permaneció varios días hospitalizado tras dispararse accidentalmente en el pie derecho hace dos semanas.
Ningún líder político o de opinión importante ha pedido la abdicación del rey en su hijo, el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. Pero por primera vez se han escuchado voces sugiriendo que el monarca debería cuidar las formas, y más en los tiempos que corren.
López admitió que todo el mundo tiene derecho a un "espacio privado". Pero precisó que, "hay ciertas cosas que la ciudadanía no entiende y ésta es una cosa de ésas". Sin ir tan lejos, el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo "comprender" las críticas al viaje del jefe del Estado.
El diario conservador El Mundo publicó el lunes una viñeta en la que se veía a un elefante cayendo al suelo y destrozando la corona del rey en mil pedazos tras un disparo. El domingo escribió un duro editorial titulado "Un viaje irresponsable en el momento más inoportuno".
Por su parte, ni el presidente Mariano Rajoy ni el gobernante Partido Popular comentaron lo sucedido.
El rey, como jefe del Estado, es una figura capital dentro y fuera de España. Célebre por defender los intereses de su país, incluso con vehemencia, como cuando le espetó el ya célebre "¡Por qué no te callas!" al presidente venezolano Hugo Chávez en 2007.
A lo largo de los años, él mismo ha reconocido públicamente que su posición es única y que cada día debe renovar y mantener el respeto de su pueblo.
Juan Carlos accedió al trono de España tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Su papel fue clave en la transición a la democracia, junto a la firmeza demostrada cuando se opuso a la intentona militar golpista del 23 de febrero de 1981.
Según Javier del Rey, profesor de comunicación política en la Universidad Complutense de Madrid, los españoles no son excesivamente pro monárquicos, pero aceptan la institución sin hacerse demasiadas preguntas en parte como signo de gratitud.
No obstante, señaló que ha demostrado una cierta falta de juicio al marcharse a cazar elefantes a Botsuana. Del Rey consideró que a pesar del escándalo Juan Carlos no abdicará, aunque en su opinión sería "lo más elegante".
Además, señaló que para el futuro de la monarquía es muy importante que el heredero Felipe, de 44 años, permanezca al margen de cualquier escándalo.
"(Felipe) sabe que hay ciertos aspectos de un rey que siempre son heredados", afirmó Del Rey. "La monarquía es un plebiscito diario, no un cargo al que se llega por nacimiento sin más".
Mientras en la calle, la indignación con Juan Carlos está en boca de todos.
"No me parece propio", dijo Angélica Díaz, un ama de casa de 70 años. "Sólo por la gente que está pasando hambre, lo que ha hecho es horrible. Tiene que mostrar más humanidad".
Fuente:Diario libre