El joven y popular actor Zac Efron estrena el próximo viernes en
Estados Unidos The Lucky One (El afortunado), un drama romántico sobre
el destino en el que la estrella de High School Musical tuvo que dejar
de lado su aspecto de ídolo adolescente para interpretar a un marine con
estrés postraumático.
Efron, de 24 años, conversó expresó su fe en que el amor siempre es posible.
"Creo que no importa lo que pase en la vida, la carga que lleves encima o lo duro que haya sido en el pasado, siempre hay una ocasión para encontrar el amor, ya sea el destino o no, siempre hay alguien ahí fuera para ti", comentó el artista.
Precisamente eso es lo que le ocurre a su personaje, un soldado llamado Logan que salva su vida en Irak milagrosamente y atribuye su fortuna a una fotografía de una chica que halla tirada en el suelo tras un ataque. A su regreso a EEUU, el protagonista decide buscar a la mujer de la imagen que le ha traído suerte.
Para el papel, Efron se sometió a un entrenamiento físico y una dieta que le hicieron ganar casi 10 kilogramos, lo que supuso un incremento notable de su corpulencia que se aprecia en pantalla.
"El cambio fue muy difícil, había muchos elementos a los que no estaba acostumbrado", dijo el actor sobre las exigencias físicas del trabajo y también las mentales, ya que Efron tuvo que contener su expresividad para mostrar la incapacidad de su personaje para mostrar emoción.
"Fue una transición interesante. Un ejercicio de autodisciplina", comentó.
Efron, de 24 años, conversó expresó su fe en que el amor siempre es posible.
"Creo que no importa lo que pase en la vida, la carga que lleves encima o lo duro que haya sido en el pasado, siempre hay una ocasión para encontrar el amor, ya sea el destino o no, siempre hay alguien ahí fuera para ti", comentó el artista.
Precisamente eso es lo que le ocurre a su personaje, un soldado llamado Logan que salva su vida en Irak milagrosamente y atribuye su fortuna a una fotografía de una chica que halla tirada en el suelo tras un ataque. A su regreso a EEUU, el protagonista decide buscar a la mujer de la imagen que le ha traído suerte.
Para el papel, Efron se sometió a un entrenamiento físico y una dieta que le hicieron ganar casi 10 kilogramos, lo que supuso un incremento notable de su corpulencia que se aprecia en pantalla.
"El cambio fue muy difícil, había muchos elementos a los que no estaba acostumbrado", dijo el actor sobre las exigencias físicas del trabajo y también las mentales, ya que Efron tuvo que contener su expresividad para mostrar la incapacidad de su personaje para mostrar emoción.
"Fue una transición interesante. Un ejercicio de autodisciplina", comentó.