Washington.- Un capo del cartel de Juárez fue sentenciado este jueves
en Texas a siete cadenas perpetuas tras declararse culpable de
narcotráfico y por su participación, directa o indirecta, en la muerte
de más de 1.500 personas desde 2008.
Así lo informó este jueves el Departamento de Justicia en un
comunicado, en el que indicó que José Antonio Acosta Hernández, líder
del cartel de Juárez en el estado mexicano de Chihuahua, en la frontera
con EE.UU., se declaró culpable de narcotráfico y de "numerosos" actos
de violencia vinculados con la pandilla Barrio Azteca.
Acosta Hernández, de 34 años, fue sentenciado a 7 cadenas perpetuas en un tribunal federal en El Paso (Texas).
El narcotraficante, que fue extraditado de México a EE.UU. el pasado
16 de marzo, se declaró culpable de cuatro cargos de narcotráfico,
lavado de dinero y crimen organizado, y siete cargos de asesinato y uso
de armas.
Los cargos de asesinato se derivan del homicidio, el 13 de marzo de
2010, de tres personas allegadas al consulado de EE.UU. en Ciudad
Juárez, dos de ellas estadounidenses.
En esa ocasión, la funcionaria del consulado estadounidense en Ciudad
Juárez, Lesley Ann Enríquez, su esposo Arthur H. Redelfs, y Jorge
Alberto Salcido, pareja de otra empleada consular, fueron asesinados en
dos hechos distintos.
El triple homicidio en la urbe más violenta de México causó gran
consternación dentro y fuera de Estados Unidos, presionado por las
autoridades mexicanas para profundizar su combate al flujo ilegal de
armas que nutren la narcoviolencia en ese país vecino.
La juez federal Kathleen Cardone sentenció a Acosta Hernández a
"siete cadenas perpetuas simultáneas, otras tres cadenas perpetuas
consecutivas y 20 años de prisión federal", dijo el Departamento de
Justicia.
El juicio y sentencia de Acosta Hernández refleja la "estrecha
coordinación" entre las autoridades policiales de EE.UU. y el Gobierno
de México, que el Departamento de Justicia calificó de "clave" para
lograr la extradición del narcotraficante.
Según los documentos presentados en el tribunal, Acosta Hernández era
socio de la violenta pandilla Barrio Azteca, que inició a finales de la
década de los ochenta y se transformó en una organización del crimen
trasnacional.
Barrio Azteca formó alianzas con "La Línea", que a su vez forma parte
del cartel de Juárez, y su objetivo era combatir a un cartel rival del
Chapo Guzmán en la lucha por el control de las rutas en Juárez y
Chihuahua, según las autoridades.
Acosta Hernández admitió que cerca de 2008 se hizo cargo del brazo
policial de "La Línea" y que, en coordinación con Barrio Azteca, dirigió
violentos ataques contra sus rivales.
Como parte de esos esfuerzos, Acosta Hernández confesó que "dirigió o
participó en más de 1.500 asesinatos desde 2008", dijo el Departamento
de Justicia.