SANCRISTÒBAL:- En medio del brote de cólera, dengue y gripe, decenas de mercaderes
venden frutos encima de basureros improvisados, en el mercado de Los Molina,
donde también cada sábado y martes acuden cientos de vendedores de prendas de
vestir, zapatos y teni a precio módico.
Además
los residentes del sector lanzan materia fecales en las márgenes del río Nigua
y los mismos basureros, donde emana cientos de miles de galones de agua, fruto
de una avería en una de tubería matriz del acueducto que surte el acueducto de
la población desde el manantial del centro turístico La Toma.
A
pesar, que los mercaderes venden los racimos de guineo a cien pesos y 150
pesos, la venta se han caído debido a la crisis económica que a traviesa el
país.
De
igual forma vendedores de prendas de vestir consultados por reportero este
sábado, manifestaron que han tenido perdidas porque las ventas se cayeron, y
tienen que pagar alta suma de dinero para los traslados de mercancías desde sus
residencias al citado mercado.
Mientras,
que el único parque de la zona norte de esta ciudad, construido en las
gestiones de Nelson de la Rosa
y José Montas, se cae a pedazos , donde desaprensivos han robados el sistema
eléctricos y las bombillas porque no existe una vigilancia de parte del
ayuntamiento.
Lo
peor es que vendedores de drogas utilizan la oscuridad al igual que los
delincuentes para cometer fechorías, donde mujeres que llegan de su centro de
trabajo de la zona franca de Haina, en autobuses han sido atracadas y violadas
sexualmente.
En
el puente sobre el río Yubazo, que da acceso al mercado de los Molina, se ha
convertido en escenario de delincuentes donde han sido muertos conductores de
motocicletas, y trabajadores al ser atracados y heridos por delincuentes.
Debido
a la ola de atracos sobre el puente “Yubazo”, la Policía nacional ha
incrementado los operativos y vigilancia en horas nocturnas.
Tropas
del equipo denominado “Los Topos”, en las ultimas noche se observan en
vigilancia y operativos, en los diferentes sectores, de la población.
Autor
Carlos
Corporàn