La XIII convención del Partido Revolucionario Independiente (PRI) terminó con un enfrentamiento a piedras, sillazos y puñetazos entre los seguidores del presidente del partido Trajano Santana y de Julio Jiménez.
Los seguidores de Jiménez estuvieron en la parte trasera del hotel Jaragua esperando entrar a la convención, pero alegan que fueron impedidos por personal del grupo de Trajano, quienes se apostaron con bates y armas de fuego en la entrada. En el enfrentamiento no se reportaron heridos.
Una vez concluida la convención los delegados salieron del salón y los seguidores de Jiménez lograron entrar e hicieron su propia convención sacando sus delegados.
Mientras que el presidente del partido, Trajano Santana, dijo que son “gente de paz” y que no es posible que ese enfrentamiento se produjera en una propiedad privada como es el Hotel Jaragua.
Dijo que el PRI tiene una sola autoridad que él encabeza, y acusó a su opositor Julio Jiménez de padecer “problemas mentales”, puesto que se cree el presidente de la organización.
De su lado Julio Jiménez manifestó que “defenderán con gallardía y honor la ejecutoria del presidente Danilo Medina y el PLD y que restaurarán la democracia en el PRI.
En la convención del PRI se le otorgaron poderes especiales a Trabajo Santana para modificar los estatutos de esa organización y pactar alianzas con otros partidos.