San Cristóbal, RD.-Al
conmemorarse hoy el “Día Internacional de la no Violencia Contra la Mujer”, el
gobernador Julio Cesar Díaz pidió a la población
dominicana cultivar una cultura de paz y amor intrafamiliar y entre todos los
seres humanos que habitan esta tierra.
Díaz dijo que desde que
la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, aprobó el “Día Internacional
de la no Violencia contra la Mujer”, para recordar las tres hermanas Mirabal
que fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en República Dominicana por
órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
“Hechos como estos no
deben repetirse jamás en República Dominicana, ni otros países; en el mundo
hemos avanzado en todos los aspectos y el que no se repitan este tipo de
acciones dice mucho del progreso que vivimos hoy en día”, explicó el Gobernador
Civil.
El representante del Poder Ejecutivo en esta
provincia manifestó que la violencia intrafamiliar ha cobrado muchas vidas en
el país, tanto de hombres como de mujeres, pero dijo que “gracias a Dios las
cifras han bajado considerablemente”, producto del gran trabajo que desarrollan
las autoridades para contrarrestar ese flagelo.
Dijo que la ciudadanía debe
apegarse más a los preceptos morales, éticos y religiosos, con el propósito de
que se reduzca al mínimo la violencia intrafamiliar y de género.
Historia
de la fecha:
En 1981 se celebró en Bogotá, Colombia, el
Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió
marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las
Mujeres, recordando el triste suceso.
Doce años más tarde, en
1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la 'violencia
contra la mujer' como 'Todo acto de violencia basado en el género que tiene
como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas
las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea
que ocurra en la vía pública o en la vía privada'.
En dicha Asamblea se
reconoció que era necesaria "una clara declaración de los derechos que se
deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en
todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la comunidad
internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer".