Ginebra (Suiza).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) urgió hoy a los gobiernos a redoblar sus esfuerzos para combatir la hepatitis vírica, una inflamación del hígado que mata cada año a aproximadamente un millón de personas en todo el mundo.
Con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, que la OMS conmemora bajo el lema "Está más cerca de lo que piensas", esta agencia de la ONU recordó que 500 millones de personas son enfermos crónicos a causa de la hepatitis vírica, una de las principales causantes del cáncer hepático y de la cirrosis hepática.
"La gran mayoría de las personas infectadas de hepatitis no están al tanto, por lo que no han sido diagnosticadas ni tratadas", manifestó en un comunicado la doctora Sylvie Briand, responsable del Departamento de Enfermedades Pandémicas y Endémicas de la OMS.
"Solo incrementando el conocimiento de las distintas formas de hepatitis, y de su prevención y tratamiento, podemos dar el primer paso hacia un control pleno de la enfermedad, y salvar miles de vidas", explicó esta experta de la OMS.
La hepatitis vírica se caracteriza por una inflamación del hígado, cuyas células son destruidas y no pueden cumplir sus funciones.
Se trata de una enfermedad de larga evolución -entre uno y dos meses-, con cinco variantes (A, B, C, D y E) en función del virus.
Los tipos B y C son los que más preocupan a la OMS debido a que un alto porcentaje de personas infectadas pueden ser asintomáticas en la fase inicial de la dolencia y ser conscientes únicamente de que están enfermas cuando llegan a una fase crónica.
A veces pueden pasar décadas entre la infección y la toma de conciencia acerca de la enfermedad, recuerda la OMS, que agrega que los virus tipos B y C son los principales causantes de cáncer y cirrosis hepática (un 80 % de todos los cánceres hepáticos)
La hepatitis se puede contraer a través del contacto con fluidos corporales infectados o con alimentos y agua contaminada.
Los tipos B, C y D se contagian a través de la sangre de una persona infectada, por lo general debido al uso compartido de jeringuillas y a las transfusiones de sangre no analizadas.
En el caso de las hepatitis B y C, también se propagan por las relaciones sexuales sin protección, mientras que la hepatitis D solo infecta a personas que ya son portadoras previamente del tipo B.
Las hepatitis A y E suelen ser transmitidas por el consumo de alimentos y agua contaminados, en situaciones que se asocian con deficientes condiciones de salubridad y de higiene corporal.
La OMS recordó que actualmente existen vacunas eficaces contra todos los tipos de hepatitis, con excepción del C.
Debido a la escala de la epidemia -con una de cada 12 personas infectadas- y a los avances logrados en la lucha contra la enfermedad, la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS designó en 2010 el 28 de julio como Día Mundial contra la Hepatitis.
El objetivo de la OMS en esta jornada es promover un mejor conocimiento de la hepatitis como un problema global de salud pública y estimular el fortalecimiento de medidas preventivas y de control contra la enfermedad y su transmisión en todo el mundo.