Redacción Internacional.- Al menos once niños murieron hoy en China,
al caer en un estanque la furgoneta en la que viajaban, informó la
agencia oficial Xinhua.
Otros cuatro menores resultaron heridos en el accidente, ocurrido en
una zona rural en la provincia de Jiangxi (este), según un portavoz del
Gobierno local, citado por la agencia china.
El conductor del vehículo, en el que también viajaba un profesor, ha
sido detenido para ser interrogado, mientras se investigan las causas
del siniestro, explicó la fuente.
Tres de los niños murieron en el acto, mientras que otros ocho
fallecieron en el hospital local al que fueron trasladados junto a los
heridos.
La muerte de 18 niños en edad preescolar en un choque frontal entre
una furgoneta escolar sobrecargada y un camión en noviembre de 2011 en
la provincia de Gansu, en el noroeste del país, causó una fuerte
conmoción en la opinión pública china.
Tras ese accidente, el primer ministro chino, Wen Jiabao, ordenó una
mejora de las inspecciones de seguridad de esos vehículos y leyes para
introducir ciertos estándares de seguridad, lo que no ha impedido que
sigan sucediéndose los accidentes, especialmente en las zonas rurales.