lunes, 9 de julio de 2012

Carta a Ignacio Ditrén Director de la OMSA.


Tito Valenzuela

Por este medio le extiendo mis felicitaciones por mantener a favor del pueblo dominicano este servicio de vital importancia y dirigir la institución con los mejores niveles de responsabilidad y eficiencia.

Aprovecho estas líneas para comunicarle que el sábado pasado que contábamos a siete, un chofer de esta oficina que conducía el autobús F-009 ofendió con palabras impublicables a mi esposa, también periodista, porque esta le reclamó el haberle hecho caso omiso al pedido para que la dejara en la parada que está después del cruce de Manoguayabo en Santo Domingo Oeste. 

Mi esposa, lo único que le hizo fue un reclamo y este “salvaje” le contestó que la dejaba donde le daba la gana y procedió a insultarla. Eran aproximadamente las 12:30 de la tarde. Por eso es fácil identificar a ese chofer.

Señor Ditrén, soy periodista del Departamento de Relaciones Públicas de la Policía y aún no he conversado con el coronel Diego Pesqueira, periodista, subdirector de este departamento de la Policía ,ni con el presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), Aurelio Henríquez, ni con el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), Olivo de León. 

Deseo aclararle, señor Ditrén, que esa conducta no es exclusiva de uno o dos choferes de la Omsa, no. Constantemente utilizo este servicio porque resido en Manoguayabo y he podido constatar que la mayoría de éstos exhibe un comportamiento no adecuado hacia los usuarios, que incluye el no comprender que dentro de estos autobuses viajan hombres, mujeres y niños que son su responsabilidad. 

En las paradas, cuando las personas van a subir o a bajar casi siempre hay problemas porque los choferes no esperan que los usuarios estén dentro o hayan salido de los autobuses para poner en marcha los mismos. Las mujeres y niños son las más perjudicadas porque muchas han estado a punto de caerse. La situación no conmueve a choferes ni cobradores, para quienes los culpables son los pasajeros. 

Desde hoy iniciaré una campaña en los medios de comunicación para denunciar la situación, lo que no había hecho porque, al principio, tenía la impresión de que eran casos aislados de choferes con problemas de adaptación. Una cosa es el estatus social que hemos ganado y otra es respetar las simientes y principios de la ética del servidor público.

 He constatado que al pasar el tiempo ocurren situaciones como estas. Los usuarios de la Omsa merecen respeto de choferes y cobradores de este servicio, porque, primero no es gratis y segundo, la misma Constitución de la República establece el respeto a la dignidad de la gente. 

Hemos tenido que ir aprendiendo o importando normas y actitudes de los servicios públicos extranjeros para que personas como este ciudadano-chofer rompan con las incorrectas. 

Atentamente,
Periodista Tel. 829-587-8430