Tanto rodeó hoy de secreto al evento que los medios de comunicación locales y los llegados de fuera, sobre de Estados Unidos, no tenían si ambos se estaban casando en la ciudad toscana o si llegaban a ella ya como marido y mujer.
Hubo eso sí el alboroto, la afluencia de fans y la disposición de medidas de seguridad excepcionales especialmente alrededor del lugar elegido para la ocasión, el Forte Belvedere de la ciudad italiana, y de los hoteles reservados para la pareja y sus amigos.
"La Nazione" aseguraba saber que Kardashian había llegado a primera hora de la tarde en avión privado desde París, como el resto, y se dirigió inmediatamente a la vecina Fiesole, a la Villa San Michele, donde iba a elegir el presunto vestido de novia.
Según la fuente, la celebridad estadounidense tenía a su disposición sendos modelos de Givency (diseñado por Riccardo Tisci), Maison Martin Margiela, Ermanno Scervino y Vera Wang.
Algunos medios aseguraron que el cantante Andrea Bocelli abrió la fiesta, en la que también iba a dar un concierto Lana del Rey.
Los dos presuntos contrayentes procedían de París, donde se tomaron las típicas fotos de turistas delante de la Torre Eiffel, de lo que dieron prueba las redes sociales, después de haber fracasado en el intento de organizar el festejo nupcial en el Palacio de Versalles.
Ante la negativa de los responsables del monumento francés construido para disfrute de Luis XIV, la pareja se limitó a aceptar la invitación de visitarlo de manera privada el viernes.
Los dos acudieron a Florencia tras una semana de celebraciones previas en la capital gala, que la propia Kardashian se encargó de difundir vía Twitter, aunque desde el viernes la cuenta de la famosa enmudeció.
Según la prensa del corazón la pareja puede haber vendido por 21 millones de euros la exclusiva de boda, razón que explicaría el silencio twitter autoimpuesto por Kardashian y que a los invitados a Florencia se les requisaran móviles, datos todos ellos sin confirmación de ningún tipo pero que circulan en esos medios.
De confirmarse el matrimonio, es el tercero para Kardashian, de 33 años, después de los que contrajo con el productor musical Damon Thomas y con el jugador de baloncesto Kris Humphries.
Según la revista estadounidense Life & Style Weekly, la pareja ya se casó de manera civil en California (EE.UU.) a principios de mayo y la de Florencia puede que haya sido la segunda vez que se hayan dado ambos el sí quiero, en sociedad y exclusiva mediante. EFE