SANTO DOMINGO (PL).- La muerte de 16 personas en la última semana en enfrentamientos entre delincuentes y a manos de la Policía evidencia el incremento de la violencia en República Dominicana, según varios sectores de la sociedad.
Puñaladas y disparos de armas de fuego aparecen entre las causas de las defunciones, y los fallecidos son fundamentalmente menores de 30 años de edad, reportaron diversas fuentes.
El mayor número de los hechos se produjo en esta capital, aunque también ocurrieron en otras partes del país, donde la escasa educación, la marginalidad y la exclusión social, a juicio de especialistas, atentan contra la tranquilidad.
Entrevistado en un programa de la televisión local, el patólogo Sergio Sarita precisó que durante 2012 el Instituto Nacional de Patología Forense ha realizado más de mil 600 autopsias, la mayoría de ellas a personas de entre 15 y 27 años de edad.
Lamentó que el 90 por ciento de las muertes registradas eran prevenibles y sigan siendo los homicidios la principal causa.
Subrayó que en los cadáveres a los cuales se realizan autopsias predominan rastros de consumo de drogas, fundamentalmente cocaína.
Cuando nos toca practicarle una autopsia a un adolescente de 15 años nos preguntamos qué hace aquí destrozado y si conocía las circunstancias que le provocaron un desenlace fatal a tan tierna edad, manifestó Sarita.
En este contexto, representantes de diversas religiones exhortaron la víspera a elevar los niveles de paz y propiciar el bienestar colectivo.
Los delegados de la iglesia católica y evangélica, del Islam, el budismo, el hinduismo y la Fe Bahi se manifestaron en el II Encuentro por la Paz y la Convivencia, con sede en el auditorio Juan Francisco García del Conservatorio Nacional de Música.
Desde sus posiciones particulares, cada orador propuso transformar la situación actual, y mantener la tranquilidad como garantía del buen desarrollo de la vida.
Tras tomar posesión el pasado 16 de agosto, el presidente dominicano, Danilo Medina, señaló que no quiere un pueblo con miedo de salir a las calles, jóvenes que pierdan la vida, o más hogares destruidos por la violencia.
Desarrollaremos el programa Vivir tranquilo en aras de fortalecer los mecanismos de vigilancia policial en barrios de altos índices de conflictividad, anunció.