MADRID. La muerte de ochenta personas en el accidente de un tren en las cercanías de Santiago de Compostela (noroeste) ha sumido a España en la consternación, mientras que el maquinista del convoy era citado como imputado para declarar sobre las circunstancias del caso.
Entre los fallecidos se encuentra la mexicana Yolanda Delfín Ortega, de 22 años, y dos colombianos: Sara Fuenmayor de 36 años y una persona que no ha sido identificada a petición de su familia.
De los 130 heridos, 94 continúan hospitalizados. De éstos, 35 se encuentran en estado crítico. Fuentes señalan que cinco heridos son estadounidenses, uno británico y cuatro colombianos.
La hipótesis más verosímil sobre la causa del mismo era la del exceso de velocidad, ya que el propio conductor del tren había reconocido circular a unos 190 kilómetros por hora en un tramo en curva donde debía hacerlo a un máximo de ochenta.
"Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer", fueron las palabras del maquinista, Francisco José Garzón en una conversación telefónica con el delegado del Gobierno español en la región. El hombre, que tiene 52 años, es maquinista de trenes desde finales de los años 90, y dirige convoyes de alta velocidad en la línea Madrid-Ferrol desde hace un año. Agencias