El poderoso ejército egipcio advirtió ayer lunes que intervendrá si el presidente Mohamed Morsi no “satisface las demandas del pueblo”, y dio al mandatario y a sus opositores dos días para llegar a un acuerdo.
Cientos de miles de manifestantes se congregaron por segundo día para exigir la renuncia del presidente. Helicópteros militares, algunos de los cuales ondeaban banderas egipcias, sobrevolaron la plaza Tahrir de El Cairo donde muchos celebraban el anuncio del ejército, leído en la televisión estatal.
La declaración pareció animar a la congregación de multitudes en plazas públicas de todo el país. “Sal, el-Sisi. El pueblo quiere derrocar al régimen”, coreaban manifestantes en Mahala el-Kubra, una ciudad ubicada en el Delta del Nilo, desde donde instaron al jefe de las Fuerzas Armadas, el general Abdel-Fatá el-Sisi, a intervenir.
La declaración del ejército coloca una enorme presión sobre Morsi y su Hermandad Musulmana. Hasta el momento, el presidente ha prometido permanecer en el cargo, pero la oposición y las multitudes en la calle, que el domingo se contaban por millones en todo el país, han dejado en claro que no aceptarán nada menos que su dimisión y una transición a elecciones presidenciales anticipadas.
Eso vuelve casi inevitable que los generales intervengan cuando el plazo se agote, ya que parece poco probable que ambas partes logren llegar a un acuerdo. El comunicado no define las “demandas del pueblo” que se deben cumplir. Se han producido 20 muertes desde el inicio de estas protestas.