BOGOTÁ.- Miles de colombianos agrupados en distintas organizaciones sociales marcharon hoy en varias ciudades del país en apoyo a la huelga agropecuaria, manifestación que terminó en disturbios con más de un centenar de lesionados en el centro de Bogotá y otros lugares.
Vestidos de ruana como símbolo de solidaridad con los campesinos y al son de cánticos como "queremos chicha, queremos maíz, multinacionales fuera del país" o "paro sí hay", los manifestantes procedentes de distintos puntos de la ciudad confluyeron en la carrera séptima hasta la Plaza Simón Bolívar, sede de los tres poderes.
La concentración en la céntrica plaza bogotana fue dispersada por la Policía con chorros de agua y gases lacrimógenos para controlar a grupos que arrojaban piedras contra los agentes y contra los comercios y bancos del sector.
Según la Alcaldía de Bogotá, al menos 147 personas sufrieron lesiones en los desórdenes, que también dejaron un número no precisado de detenidos.
La capital congregó la protesta más multitudinaria de todo el país con alrededor de 300.000 personas, según los organizadores, cifras que no fueron contrastadas por las autoridades.
Incidentes violentos, con heridos y detenidos se presentaron también en las localidades de Suba, Bosa y Ciudad Bolívar en la periferia de Bogotá, donde las autoridades decretaron el toque de queda para controlar la situación. En las dos últimas se decretó la Ley Seca.
La Policía indicó que en todo el país hubo 48 marchas y la situación más "crítica" se registró en Barbosa, municipio del departamento de Antioquia, donde mineros en huelga destruyeron semáforos, atacaron comercios y las instalaciones de la papelera Kimberly.
La marcha se realizó tras once días de protestas en el sector agropecuario que han llevado al corte de numerosas vías en todo el país y han afectado el abastecimiento de alimentos en pueblos y ciudades.
La huelga fue convocada por el movimiento Dignidad Cafetera y secundada por otros sectores del campo, camioneros y trabajadores de la salud, con un pliego nacional de demandas, entre las que denuncian la competencia desleal de las importaciones y el contrabando, el alto precio de los insumos o las dificultades para acceder a créditos.
La jornada de apoyo a la huelga coincidió asimismo con el tercer día de negociaciones sin éxito entre representantes del Gobierno y de los campesinos en Tunja, capital del departamento de Boyacá, uno de los más afectados por las protestas.
"Ingresamos al undécimo día de paro y aun no se ha llegado a acuerdos a pesar de los anuncios del señor presidente de la República", señaló un comunicado de los líderes del campesinado.
Horas antes del inicio de la marcha, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó que el país atraviesa "una tormenta" al referirse a la ola de protestas y disturbios.
"Las protestas que estamos viendo son válidas y hay soluciones de corto, mediano y largo plazo y eso es lo que nos toca poner en marcha, nos toca afrontar", aseguró el mandatario, que confirmó medidas para los campesinos como la reducción a cero de los aranceles a los fertilizantes, refinanciación de créditos y la imposición de salvaguardas a algunos productos del campo importados.
Según Yule Anzueta, portavoz de la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo (MIA), "el Gobierno no quiere resolver el problema, reconoce que hay una crisis, pero no plantea soluciones".
En su opinión, "con la baja de los aranceles a los insumos no se va a resolver nada porque el problema agropecuario es mucho más profundo y no sólo contempla el sector productivo, sino que demanda atención en educación, salud, y vivienda", dijo a Efe.
"Todo el agro se está quebrando y eso afecta a todos los colombianos en tanto se acaba la soberanía alimentaria del país", declaró a Efe el portavoz de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane), Sergio Fernández, quien resaltó la importancia de unir esfuerzos y anunció una nueva oleada de protestas estudiantiles para los próximo meses.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Luis Alejandro Pedraza, explicó por su parte que lo de hoy fue "una convergencia de organizaciones sociales contra el modelo económico y los Tratados de Libre Comercio".