sábado, 30 de marzo de 2013

Iglesia deplora bajos salarios; critica empresas extranjeras se llevan riqueza del país


Iglesia Católica critica duramente la corrupción, el desempleo y bajos salarios policías y soldados SANTO DOMINGO, RD.- Durante el Sermón de las Siete Palabras, oficiado este Viernes Santo en la Catedral Primada de América, los sacerdotes resaltaron algunos males que afectan a la sociedad dominicana y coincidieron en que estos son responsabilidad de los gobernantes.
También cuestionaron que la campaña que existe en el país de orientación a los menores sobre el uso de preservativos y cuestionaron el bajo salario que perciben los policiales, militares subalternos y los profesores.Entre cantos y meditaciones, los párrocos fueron enumerando y comentando las palabras bíblicas.
Primera palabra: “Padre, padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”
Segunda palabra: “En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
Tercera palabra: “Madre he ahí tu hijo, hijo he ahí tu madre”
Cuarta palabra: “Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado”
Quinta palabra: “Tengo sed”
Sexta palabra: “Todo está consumado”
Séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
El cura Antonio Méndez enfatizó en que el principal problema de nuestro país son los políticos. “Me da vergüenza cuando veo un político hablando de los pobres y escucho tantas mentiras. Nuestra nación es rica, con mucha gente buena, pero con gobernantes pobres de conciencia”.
De igual modo condenó la alta tasa de violencia que vive la sociedad y la labor de algunos agentes corruptos que multiplican la delincuencia. “Cuánta corrupción en mi nación”, señaló.
En una segunda meditación, el sacerdote Carlos Abreu criticó el enriquecimiento ilícito y destacó que “todos los paraísos son efímeros si Dios no está presente”.
Por su parte, Miguel Ángel Avarante, criticó fuertemente la desigualdad entre los sexos y la violencia contra la mujer. “Que cesen ya los feminicidios. Ya se están convirtiendo en una moda. La sociedad es lo que es la familia”, resaltó.
En el aspecto sexual expresó que da vergüenza cómo instituciones reciben dineros de organismos internacionales para promover la sexualidad en menores, repartiendo preservativos en las escuelas. Así no se resuelve el problema de la Educación cuando los profesores ganan tan mal, cuando hace falta libros, cuando los pobres no pueden educarse”, comentó.
Asimismo, el párroco Sandy Ramírez dijo que la violencia intrafamiliar se ha convertido en una epidemia.
El cura Willian Viña meditó sobre la sed de Cristo y dijo que no era solo, sino también de justicia, de paz, de orden y caridad.
Al extrapolar esa frase a suelo dominicano apuntó que a muchas familias se les escucha gritar por la carencia de agua potable, por las injusticias que cometen las autoridades y por no tener con qué alimentar a sus vástagos.
Martín Lenk, clérigo y maestro de teología, sorprendió a todos con la denuncia que hizo en contra de la Dirección General de Migración, a la que acusó de mantener indocumentados a nacionales haitianos que ya estaban registrados en el país, acción que calificó como ilegal.
Al cierre del sermón el padre José Miguel Puerta, al analizar la última palabra emitida por Jesús crucificado, afirmó que el mundo se ha separado de Dios, pero que él nos ofrece la oportunidad de recibirnos en su regazo si con fe y humildad le encomendamos el espíritu.
“La fe no excluye las acciones. Es un estilo de vida que viene con la única opción de servir a Cristo”, aclaró.
De igual forma habló de los “malversadores de cuello blanco” que demuestran poco interés para enfrentar la corrupción. “Pido justicia para los demás. Para mí, pido misericordia”, concluyó.
El Sermón de las Siete Palabras, basado en las pronunciadas por Jesús durante su agonía en la cruz, ayuda a reflexionar, cada año, a representantes de la Iglesia Católica.