ANN ARBOR, Michigan, EE.UU. - Se puede
aprender mucho de un zombi. Al menos eso es lo que una profesora de la
Universidad de Michigan espera que sus 31 estudiantes hayan sacado como
conclusión del extraño y sangriento "apocalipsis zombi". El simulacro
estudiantil estuvo pensado para que los alumnos de la Facultad de Salud
Pública reflexionen sobre la respuesta apropiada que debe darse durante
un desastre.
Cuatro veces más estudiantes de los que suelen unirse a un simulacro de epidemiología y manejo de desastres decidieron unirse a la invasión de los zombis.
El simulacro zombi fue diseñado con base en un currículo diseñado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), y contó con la participación de algunos colaboradores de la agencia gubernamental.
"Apocalipsis zombi suena un poco tonto, pero el objetivo de esto es mostrar que si estamos preparados para cualquier peligro, incluso el inimaginable, como zombis -porque sabemos que no existen- somos capaces de prepararnos nosotros mismos para cualquier cosa que pueda ocurrir", dijo la doctora Eden Wells, la profesora de epidemiología que fue el cerebro del simulacro.
Al principio, Wells no estaba segura de persuadir a suficientes estudiantes para vestirse como muertos vivientes. Pero para el martes, 120 zombis y otros participantes estaban interesados en formar parte del ejercicio. Cuando las puertas del salón de lectura en el campus Ann Arbor se abrieron, un ejército de zombis inesperadamente comenzó a avanzar dando tumbos, con los brazos extendidos y el rostro pintado con sangre falsa mientras deambulaban entre los sonrientes estudiantes.
TaNisha Roby, estudiante de segundo año de la Facultad de Salud Pública que se volvió zombi, dijo que el escenario de muertos vivientes reforzó sobre todo un punto general muy importante.
"La gente cree que la salud pública es algo que puede tener que ver con contagios o brotes -las descripciones de Hollywood de lo que hacemos- pero una parte clave de la salud pública es estar preparado para las emergencias", indicó. "Nos tomamos eso en serio. Esta es una forma divertida de jugar con esos mismos principios, pero es un área realmente importante".
Una vez que el simulacro de 90 minutos concluyó, académicos, personal y estudiantes se reunieron en un pasillo cerca de la entrada principal del edificio donde Roby y sus amigos zombis bailaron al ritmo de "Thriller" de Michael Jackson.
Cuatro veces más estudiantes de los que suelen unirse a un simulacro de epidemiología y manejo de desastres decidieron unirse a la invasión de los zombis.
El simulacro zombi fue diseñado con base en un currículo diseñado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), y contó con la participación de algunos colaboradores de la agencia gubernamental.
"Apocalipsis zombi suena un poco tonto, pero el objetivo de esto es mostrar que si estamos preparados para cualquier peligro, incluso el inimaginable, como zombis -porque sabemos que no existen- somos capaces de prepararnos nosotros mismos para cualquier cosa que pueda ocurrir", dijo la doctora Eden Wells, la profesora de epidemiología que fue el cerebro del simulacro.
Al principio, Wells no estaba segura de persuadir a suficientes estudiantes para vestirse como muertos vivientes. Pero para el martes, 120 zombis y otros participantes estaban interesados en formar parte del ejercicio. Cuando las puertas del salón de lectura en el campus Ann Arbor se abrieron, un ejército de zombis inesperadamente comenzó a avanzar dando tumbos, con los brazos extendidos y el rostro pintado con sangre falsa mientras deambulaban entre los sonrientes estudiantes.
TaNisha Roby, estudiante de segundo año de la Facultad de Salud Pública que se volvió zombi, dijo que el escenario de muertos vivientes reforzó sobre todo un punto general muy importante.
"La gente cree que la salud pública es algo que puede tener que ver con contagios o brotes -las descripciones de Hollywood de lo que hacemos- pero una parte clave de la salud pública es estar preparado para las emergencias", indicó. "Nos tomamos eso en serio. Esta es una forma divertida de jugar con esos mismos principios, pero es un área realmente importante".
Una vez que el simulacro de 90 minutos concluyó, académicos, personal y estudiantes se reunieron en un pasillo cerca de la entrada principal del edificio donde Roby y sus amigos zombis bailaron al ritmo de "Thriller" de Michael Jackson.